Naranjas y limones, citropoesia
Naranjas anaranjadas exitantes.
Pechos primorosos exultantes.
Piel dorada de ensueño exigente.
Mirada desdeñosa pero inquisitiva
que mira, perdidamente, perceptiva.
Naranjas anaranjadas sotenidas
por tersos brazos a su medida.
Una falda amplia que esconde
la geografica escultura contenida
La escultura yace de pie comprendida
en el angulo semioscuro de la vida.
Naranjas anaranjadas exquisitas.
Sabor a vida, a miel, imperativa.
Sabor a vida, a hiel, pegiorativa.
Juego dual de sensibilidad.
Apetito inconsciente de sexualidad.
Una experiencia citrica de sensualidad.
Un sabor citrico de versatilidad
Un viaje citrico a la virtuosidad.
Naranjas anaranjadas... meditabundas.
Rosemarie Parra
miércoles, 18 de marzo de 2009
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