Naranjas y limones, citropoesia
Naranjas anaranjadas exitantes.
Pechos primorosos exultantes.
Piel dorada de ensueño exigente.
Mirada desdeñosa pero inquisitiva
que mira, perdidamente, perceptiva.
Naranjas anaranjadas sotenidas
por tersos brazos a su medida.
Una falda amplia que esconde
la geografica escultura contenida
La escultura yace de pie comprendida
en el angulo semioscuro de la vida.
Naranjas anaranjadas exquisitas.
Sabor a vida, a miel, imperativa.
Sabor a vida, a hiel, pegiorativa.
Juego dual de sensibilidad.
Apetito inconsciente de sexualidad.
Una experiencia citrica de sensualidad.
Un sabor citrico de versatilidad
Un viaje citrico a la virtuosidad.
Naranjas anaranjadas... meditabundas.
Rosemarie Parra
miércoles, 18 de marzo de 2009
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4 comentarios:
estoy esperando los resultados del concurso
Me encantó
Rosemarie: Me gustó su escrito, referente a la pintura.La alegoría de la mujer desnuda sosteniendo naranjas a la altura de los senos en sus brazos, me recuerda una pintura del pintor francés Gauguin: mujeres aborígenes, semidesnudas, sosteniendo frutas tropicales en sus brazos.Digo esto como hecho curioso (la mujer como fruta que se ofrece), sin menoscabar la originalidad del pintor mexicano. Saludos estimada amiga
Buen poema Rosemarie,estoy espiando tu blog es hermoso y con radio,está bien nutrido y compaginado ¡¡te felicito!!
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